La pandemia marcó en 2020 un panorama particular con respecto al cáncer de mama en Argentina, el tumor más frecuente en la mujer y la principal causa de muerte oncológica
La cuarentena y el temor a acudir a los centros de salud han generado una disminución en las consultas por controles de rutina, pese a todos los cuidados y cambios implementados en los centros médicos. Esto repercute en la posibilidad de un diagnóstico precoz de aquellas enfermedades no transmisibles, algo que en el tratamiento del cáncer de mama brinda las mejores perspectivas. La pandemia marcó en 2020 un panorama particular con respecto al cáncer de mama en Argentina, el tumor más frecuente en la mujer y la principal causa de muerte oncológica.
Y, si bien la mayoría de los casos de cáncer de mama se dan entre los 50 y los 65 años, “en la última década hemos notamos un aumento progresivo en menores de 40”, puntualiza. De acuerdo a las estadísticas internacionales, hasta hace un tiempo sólo el 6% del total correspondía al segmento más joven. Mientras que en “en abril 2020, se publicó en el Registro Nacional de Cáncer de Mama para el JCO Global Oncology que el 10% de los diagnósticos en Argentina se encuentra por debajo de los 50 años”, completa el doctor Gustavo Hauszpigiel, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y del staff del Hospital José María Penna.
Si bien sabemos que ser mujer y cumplir años son los únicos factores de riesgo no modificables, hay cambios en el estilo de vida que tendrían su influencia en el incremento en la detección de la enfermedad antes de los 40.
La maternidad tardía, no haber estado embarazada o no haber amamantado podrían tener su peso. Otros puntos que podrían incidir en el riesgo: el estrés, la mala calidad de la alimentación y la ingesta diaria de alcohol. Aunque los médicos remarcan que no son factores que determinen por sí mismos su aparición.
Mitos del cáncer de mama antes de los 40
“Es más agresivo”
“¿Hay casos en tu familia?”
La sugerencia de los médicos mastólogos es que la mujer con cáncer de mama antes de los 40 realice un asesoramiento genético. Desde hace algunos años se realizan testeos en base a paneles multigenéticos. Estos evalúan las mutaciones BRCA 1 y 2, las más conocidas y frecuentes- y otros 25 o más genes.
También hay que considerar en las mujeres con deseos en un futuro de un embarazo la alternativa de la preservación de la fertilidad. Las posibilidades irán desde la medicación para proteger la función ovárica durante la quimioterapia hasta la conservación de óvulos o embriones mediante técnicas de reproducción asistida.
En mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares, la Sociedad Argentina de Mastología, recomienda efectuar una mamografía de base a los 35 años, y luego, a partir de los 40 años, una mamografía y ecografía mamaria de forma anual.
En mujeres con antecedentes de primer grado (madre o hermana con cáncer de mama) se recomienda realizar el primer control diez años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. En estos casos, por lo general, los controles deberían comenzar a los 30 años.
También es importante recalcar que algunos cambios en las mamas son motivo de consulta al médico mastólogo sin importar la edad de la paciente, detalla el doctor Cassab:
- Modificaciones en el tamaño, la forma o la apariencia de la mama.
- Bultos o engrosamiento del tejido.
- Retracciones y secreciones del pezón.
- Costras o descamación en la piel que rodea el pezón.
El cáncer de mama y la vacuna contra el COVID-19
Una de las preguntas más frecuentes en estos días es si las pacientes en tratamiento por cáncer de mama pueden recibir la vacuna contra el COVID-19. “Si no están haciendo quimioterapia ni tratamientos inmunosupresores, son aptas. Con lo cual, las mujeres que estén realizando terapias hormonales -la medicación más frecuente es el Tamoxifeno- no tienen restricciones”, finaliza Cassab.
Infobae